Caso clínico sobre ortodoncia y blanqueamiento dental

Hoy vamos a hablar en nuestro blog sobre un caso clínico resuelto en equipo en nuestra clínica de ortodoncia y blanqueamiento dental.

La paciente que protagoniza nuestro caso clínico vino a nosotros con un miedo enorme al dentista. Una experiencia anterior en la que los resultados no habían sido los esperados hacía que sufriera también un fuerte complejo y que apenas sonriera.

Tras la primera visita y el diagnóstico previo, tranquilizamos a esta chica de 30 años diciéndole que su problema tenía solución y que en unos meses iba a lucir la sonrisa sana y bonita que ella estaba deseando tener.

Mirad las fotos que os adjunto a continuación.

En las fotos se puede observar la enfermedad periodontal que sufría la paciente. La cantidad de sarro acumulado en las encías y en todas las superficies dentales y las caries que tenía en fase activa comprometían mucho la salud de su boca.

Además, la mala posición dentaria complicaba todavía más el caso, pues todos los problemas juntos hacían que nuestra paciente se sintiera muy insegura.

Para solucionar el caso clínico propusimos un tratamiento multidisciplinar de ortodoncia y blanqueamiento dental dividido en las siguientes fases:

  1. Tratamiento de la enfermedad periodontal. Esto era lo primero que debíamos hacer para poder seguir con el resto de pasos necesarios.
  2. Tras haber tratado la enfermedad periodontal comenzamos a tratar las caries activas.
  3. Después, iniciamos la fase de ortodoncia y blanqueamiento dental. Utilizamos la ortodoncia invisible Invisalign para dar solución a su maloclusión ya que, como puedes ver en las fotos que más arriba te he presentado, la paciente presentaba una mordida cruzada que debía corregirse.
  4. Blanqueamiento. Para dejar en nuestra paciente su sonrisa soñada finalizamos el caso con un blanqueamiento dental que devolvió a sus dientes el color correcto.

Mira ahora las fotos de final de tratamiento de ortodoncia y blanqueamiento dental. ¿Qué te parecen los resultados obtenidos? 🙂

Este post ha sido preparado por la doctora Marta Peydro