Buenos días a todos. Ayer, mientras tomaba café, leía este post reciente de mi hermana la doctora Marta Peydro, en el que cuenta cómo algunos casos se graban en su retina por la gravedad que presentan y por la solución y la calidad de vida que podemos dar a las personas que deciden ponerse en nuestras manos. La reflexión que hizo la doctora Peydro me reafirma en mi idea sobre la importancia de dedicar nuestro cuerpo y alma a cada uno de los pacientes que cruzan la puerta de nuestra consulta dental. Solo dedicando nuestro 1000×1000 conseguimos resultados como el que os voy a presentar hoy en este post.
La chica de cuyo caso os hablaré hoy vino muy acomplejada a nuestra clínica. Se trata de una chica joven, risueña y llena de vida. Había conocido nuestra clínica por redes sociales y, al ver resultados tan increíbles como estos de aquí, no se lo pensó dos veces y vino a vernos. Cuando se sentó en uno de mis gabinetes me contó que no le gustaba su sonrisa y eso, para una chica que sonríe tanto, es un auténtico problema. Había pensado en otras ocasiones corregir su sonrisa pero la opción de los brackets no le convencía para nada. También presentaba mucho miedo a posibles extracciones dentales de piezas sanas para corregir su problema, cosa que es normal, pues nadie quiere perder dientes en buen estado, verdad?
Tras escuchar a nuestra paciente, lo primero que hicimos fue hacer un estudio inicial en el que tomamos las fotografías y radiografías correspondientes. Tras estudiar su caso, y tal y como podéis ver en las fotografías iniciales, observé que la paciente sufría un severísimo apiñamiento que había provocado lesiones periodontales importantes. Estas lesiones periodontales estaban agravadas a su vez por la malposición dentaria que presentaba la paciente. Además, debido a la malposición junto con que tenía un biotipo periodontal (tipo de encía) muy fino, esta chica había ido desarrollando con el paso del tiempo muchas recesiones gingivales.
En las fotografías que os adjunto del inicio del caso se observa como los dientes están totalmente inclinados hacia afuera, a parte del apiñamiento, vemos como los dientes están totalmente fuera de su angulación correcta, no tiene una buena oclusión, un buen engranaje. Tiene una maloclusión muy severa con afectación periodontal.
Los objetivos inicialmente iban a ser conseguir unas arcadas dentarias con una forma perfecta, consiguiendo un buen desarrollo trasversal, es decir, una buena expansión y unas buenas angulaciones pues conseguiríamos el espacio suficiente para poder colocar los dientes de manera correcta sin necesidad de realizar ninguna extracción. El no tener que realizar extracciones le animó muchísimo y de esa forma comenzamos el tratamiento.
Ese mismo día tomamos un escáner Itero con el que me puse a trabajar de manera inmediata.Estuve cerca de mes y medio estudiando diferentes opciones para conseguir desarrollar un plan de tratamiento perfecto.
Una vez el plan de tratamiento fue desarrollado y planificado, mandamos a fabricar los alineadores y entonces la chica comenzó el tratamiento. Las visitas que se programaron a consulta fueron aproximadamente cada mes y medio o dos meses y el tiempo de tratamiento total fue aproximadamente de un año y medio.
Cabe destacar que el caso se resolvió en dos fases. La paciente se casaba y quería lucir perfecta el día de su boda por lo que un tiempo antes de su enlace retiramos los ataches de ortodoncia y realizamos un blanqueamiento dental. Durante esta primera fase dejamos el caso casi perfecto. Ya cuando la paciente volvió de su viaje de novios iniciamos la segunda fase con los retoques finales hasta conseguir un caso perfecto.
Como veis se ha hecho un trabajo muy minucioso para que la paciente luzca una sonrisa super espectacular. Además recuerdo unas palabras finales de la paciente, que una vez hubimos terminado el tratamiento me dijo “doctor Peydro estoy super contenta y super agradecida”, esas palabras sin duda son la mejor de mis recompensas.
