Hoy os traemos el caso de una paciente que vino a nuestra clínica muy acomplejada con su sonrisa, pues enseñaba mucha encía al sonreír. El sueño de toda su vida había sido tener una bonita sonrisa, pero nuestra paciente quería conseguirlo sin tener que pasar por una ortodoncia con brackets, pues pensar en este tipo de ortodoncia era el freno que le impedía poner solución a su problema dental.
¿Y qué es lo que veía nuestra paciente cuando sonreía frente a un espejo? Ella veía demasiada encía, una boca muy estrecha y una separación enorme entre sus incisivos centrales, es decir, un gran diastema. No le gustaba lo que veía y quería ponerle solución.
Al analizar el caso en profundidad observamos que la paciente presentaba un problema trasversal importante. Tenía una boca muy estrecha, hecho que propiciaba los corredores bucales que vemos en la fotografía de inicio. Esto quiere decir que existía una gran separación entre la comisura labial y los dientes.
Si observamos la fotografía intraoral frontal vemos que tiene una gran compresión de la zona posterior, hecho que obliga a los dientes de la zona anterior a estar muy inclinados hacia afuera. Debido a esa inclinación hacia afuera los dientes están muy separados.
La dificultad de ese caso estaba además muy asociada a que teníamos que conseguir cerrar los diastemas o espacios centrales reduciendo la protrusión de los dientes anteriores pero teniendo mucho cuidado en no incrementar la sonrisa gingival. Debíamos lograr que la paciente no enseñara más encía. Es por esto que el caso biomecánicamente hablando presentaba cierta dificultad. Por ello realizamos el tratamiento en dos fases.
- En primer lugar realizamos un buen desarrollo trasversal de las arcadas que nos diese el suficiente espacio para poder reducir al mismo tiempo la protrusión e inclinación de los dientes anteriores. Al realizar esa reducción de la proinclinación poco a poco fuimos cerrando los diastemas que presentaba anteriormente pero no realizaríamos extrusión o ningún movimiento vertical de los dientes anteriores para no agravar la sonrisa gingival que presentaba.
- Una vez realizado ese cierre de diastemas habíamos conseguido lo que queríamos que era un gran desarrollo posterior y transversal lo que nos daba una sonrisa mucho más llena. También habíamos conseguido reducir esa protrusión de la que hablamos y que se aprecia en las fotografías.
Una vez realizado lo expuesto con anterioridad, y a pesar de que el caso no estaba del todo terminado, pasamos a la fase de estética dental pues nuestra paciente se iba a casar y quería lucir una sonrisa estéticamente muy bonita para el día de su boda. Lo que hicimos en ese momento fue hacer un blanqueamiento dental y unas reconstrucciones estéticas de los dientes anteriores.
En este momento, con la boda finalizada y la ortodoncia resuelta, la paciente está preparada para que realicemos los implantes dentales de los dientes que faltan para poder completar el caso. Pero ya solo con esta parte que hemos realizado el cambio y la mejoría estética es espectacular. Nuestra paciente ha corregido ese problema que la trajo a nosotros y que era enseñar mucha encía al sonreír eliminando por consiguiente la sonrisa gingival que presentaba.