Hoy os traemos el caso de una mujer muy joven que acudió a nuestra consulta aquejada de problemas en la articulación de la mandíbula. Esta chica ya llevaba varios años sintiendo ruidos y crepitación al abrir y cerrar la boca y además había notado que sufría dolores de cabeza y oído cada vez más fuertes y constantes.
Como siempre hacemos, lo primero que realizamos fue una exploración clínica muy exhaustiva. En ella, observamos que la paciente presentaba una clase II severa, con una gran compresión de arcada superior e inferior. Además, la paciente tenía la linea media desviada y, lo más preocupante de todo, presentaba un severo canteo del plano oclusal, es decir, sus dientes no se encontraban a la misma altura. Esto estaba produciendo que una de las articulaciones de la mandíbula se encontrase impactada en la fosa glenoidea, situada muy próxima al oído interno. Este problema concreto lleva a la confusión a muchas personas, pues piensan que los problemas de articulación son realmente dolores de oído.








Fijaos en las imágenes que mostramos a continuación, pertenecen al estudio realizado a nuestra paciente del que partimos para planificar el caso clínico. En Clínica Peydro nos servimos de la última tecnología para captar hasta el último detalle de aquello que debemos corregir, solo así podemos alcanzar la perfección que conseguimos en todos y cada uno de nuestros casos clínicos.
Después de estudiar esta situación decidimos solucionar el caso clínico utilizando el sistema de ortodoncia invisible Invisalign sin necesidad de realizar ninguna extracción dentaria.
El caso se resolvió en dos fases de tratamiento siguiendo el sistema Invisalign Full. Elegimos esta versión de ortodoncia invisible en el 99% de los casos que tratamos ya que no presenta ninguna limitación en los movimientos que vamos a programar, así como tampoco presenta limitaciones en el número de alineadores.
Durante la primera fase de tratamiento utilizamos 21 alineadores y durante la segunda fase de tratamiento se utlizaron un total de 14. De esta forma conseguimos el resultado ideal que habíamos planificado desde el principio.
Los alineadores se cambiaron intercambiando fases de 15 días o 10 días, teniendo en cuenta en todo momento la patología que presentaba la paciente en su articulación.
El caso se resolvió en 18 meses de tratamiento con un resultado oclusal y funcional excelente y además con una bonita mejoría en la estética facial y de la sonrisa de la paciente.
Ahora te mostramos en fotografías el resultado final.





Ahora, te mostramos una comparativa en la que vas a apreciar el nivel de detalle con el que planificamos los casos. Las imágenes por ordenador que te adjuntamos a continuación son el resultado de una exhaustiva planificación en la que invertimos muchas horas para no dejar ningún detalle a la improvisación. Como ves, desde el principio sabemos cómo será la futura sonrisa de nuestra paciente. ¿Qué te parece? 🙂
Mira el antes y el después que presenta la amplitud de sonrisa de nuestra paciente. Como decimos, es fundamental planificar correctamente para lograr la máxima amplitud de sonrisa.



