Buenos días a todos. Hoy vengo a contaros un post sobre un caso de mordida abierta compleja que he resuelto en mi clínica siguiendo mis propios protocolos.
Tal y como podéis apreciar en las fotografías de inicio la mordida abierta que presentaba el paciente había ocasionado problemas de desgaste dentario y recesiones gingivales a nivel de los sectores laterales. Este hecho marcaba la premura con la que debíamos resolver el caso.
El paciente ya había consultado en otras clínicas, pero las opciones que se le habían ofrecido no le convencían. Le habían dicho que su caso debía pasar por cirugía ortognática y posiblemente habría que hacer alguna extracción dentaria. Eso había supuesto un freno para el paciente para decidirse a hacerse el tratamiento. Gracias a un conocido pudo conocer una experiencia real de pacientes Peydro y, al saber cómo trabajábamos, vino a vernos.
Después de un estudio minucioso del caso planeamos un plan de tratamiento en el que íbamos a trabajar únicamente con alineadores Invisalign. Logramos transmitirle al paciente que nuestro profundo conocimiento de la técnica iba a propiciar el conseguir excelentes resultados en su boca, sin importar el problema tan complejo que presentaba. Todo esto por supuesto lo íbamos a conseguir sin realizar extracciones dentarias y sin recurrir a cirugía.
Uno de los retos que me planteé en el caso es que el paciente tenía casi una sonrisa gingival anterior. El reto de este caso era conseguir cerrar la mordida abierta compleja sin empeorar la línea de sonrisa y sin aumentar la sonrisa gingival. Para ello el trabajo que planifiqué fue realizar un trabajo de desarrollo transversal de las arcadas. Debía de diseñar en el paciente unas arcadas parabólicas, redondas y amplias de manera coordinada en la superior y en la inferior para permitir que con ese trabajo de anchura, con ese trabajo transversal, la mandíbula pudiese antero-rotar. Con ese movimiento de antero-rotación podríamos cerrar la mordida abierta. De esta manera conseguiríamos mantener la buena posición y relación del incisivo superior con el labio.
El caso se resolvió con 24 meses de tratamiento únicamente con la utilización de alineadores Invisalign y en etapas posteriores se colocaron unos micro tornillos en las zonas posteriores que nos ayudaron a hacer una intrusión o movimiento vertical de los molares para ayudar a ese cierre de la mordida abierta. Como se puede observar el resultado a nivel oclusal es maravilloso y terminamos con una oclusión perfecta y con un cierre de la mordida abierta perfecto. Lo más importante para el paciente es que hemos conseguido una oclusión perfecta, una función mandibular perfecta y una estética de la sonrisa muy bonita.