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Caso clínico de maloclusión tipo 1 con apiñamiento severo

Vamos a describir el caso de un paciente adulto joven que acude a la clínica con una maloclusión extrema.

Se trata de un caso muy complicado en el que, a pesar de la juventud del paciente, a causa de la forma patológica en la que mordían sus dientes, estos ya estaban sufriendo daños irreversibles.

La falta de espacio y de desarrollo de los huesos del maxilar superior e inferior había hecho que los dientes se amontonaran los unos contra los otros creando zonas con recesiones, como en el incisivo inferior, y zonas con desgastes dentales provocados por mordida cruzada y borde a borde como los incisivos superiores.

En esta foto lateral izquierda, nos llama la atención cómo los incisivos superiores presentan una dirección dentro del hueso asimétrica debido al apiñamiento y cómo el incisivo inferior también se encuentra fuera de hueso en toda la zona frontal.

La falta de desarrollo del maxilar superior en forma de triángulo en lugar de forma semicircular nos da una imagen en la que los sectores posteriores donde se encuentran los molares están totalmente comprimidos, lo cual hace que los dientes del sector anterior, donde se encuentran los incisivos y los caninos, se deban proyectar hacia delante y apiñarse.

En la foto del maxilar inferior observamos cómo esa falta de desarrollo del hueso ha provocado que los incisivos presenten un apiñamiento absolutamente extremo.

Tras el diagnóstico y tratamiento de limpieza dental, establecimos un plan de tratamiento que presentaba una fase de corrección de la malposición dental con ortodoncia, una fase de reposición de los molares ausente y una fase de estética dental. El tratamiento se llevó a cabo en el siguiente orden:

1 – Tratamiento de ortodoncia con brakets del sistema Damon

2 – Reposición de los dientes perdidos del maxilar superior derecho con implantes dentales

3 – Blanqueamiento dental

4 – Carillas de composite

El tratamiento de ortodoncia se basó en desarrollar el hueso maxilar superior e inferior para poder corregir el apiñamiento y la mordida cruzada. El incisivo inferior que se encontraba fuera de hueso hubo de ser extraído.

Observamos cómo cambiamos la forma de arcada triangular a semicircular. Durante el tratamiento de ortodoncia y antes de la finalización del mismo se colocaron 2 implantes en el maxilar superior derecho para sustituir el 2º premolar y 1º molar ausentes.

Una vez finalizada la fase de ortodoncia e implantes dentales, comenzamos a programar la fase estética del tratamiento. Necesitábamos recomponer los dientes que se habían desgastado y para ello planificamos un tratamiento estético mínimamente invasivo con carillas de composite. Para que el resultado final tuviera un color más claro y luminoso realizamos primero un blanqueamiento dental desde la unidad de blanqueamiento dental de la doctora Marta Peydro.

Para ello realizamos un tratamiento de técnica combinada con una sesión con producto de alta concentración en clínica y de baja concentración en domicilio con férulas individualizadas.

Tres semanas después del blanqueamiento dental, se colocaron las coronas sobre los 2 implantes del color final de los dientes blanqueados y se realizaron las reconstrucciones con carillas de composite en una sesión. Se trata de una técnica conservadora mediante la cual se va modelando con composite estético la forma de los dientes capa a capa.

El resultado final de este tratamiento multidisciplinar es un paciente con unos dientes sanos que, con la mordida corregida con el tratamiento de ortodoncia no volverán a dañarse los unos a los otros. El paciente acaba con una sonrisa bonita, estética, natural, luminosa y acorde con la edad y labios del paciente. La relación entre diente y labio es muy importante.