En muchas ocasiones vienen a nosotros pacientes que, enseñando mucha encía al sonreír, quieren mejorar el aspecto de su sonrisa. Vienen motivados por una cuestión puramente estética, pero lo bien cierto es que corregir una sonrisa gingival está relacionado con un criterio que, además de estar vinculado con la estética lo está también con la salud del propio paciente.
Veréis, en los casos en los que el paciente tiene sonrisa gingival apreciamos que una de las razones que lo provoca es tener exceso de encía y ese exceso de encía en ocasiones genera una pseudo bolsa, es decir, una parte donde hay una separación entre la encía y el diente que no debería existir. En ese espacio se meten bacterias continuamente produciendo una gingivitis continua que debemos solucionar.
En este tipo de casos, cuando hacemos una planificación de alargamiento coronario evidentemente vamos a mejorar la estética de la sonrisa. Cuando además de esto ponemos la encía en su lugar correspondiente y manteniendo una buena relación con el labio el diente mejora espectacularmente. Con el tiempo veremos que la adaptación de la encía va a ser perfecta con lo cual esa gingivitis crónica que en ocasiones siempre está también acaba desapareciendo.
De todo lo dicho deducimos que tan malo es tener poquita encía como también tener mucha encía. Ambos temas debemos solucionarlos con una visita al odontólogo que será quien determine la mejor manera de proceder para solucionar nuestro problema dental.