Hoy os presentamos la resolución de un caso muy complejo tratado con Invisalign donde hemos usado técnicas que en el mundo poca gente está utilizando. Se trata de técnicas de microimplantes y microtornillos para corregir el caso clínico de mordida cruzada y maloclusión severa clase II.
Cuando el paciente vino a vernos, nos contó que no se sentía cómodo con su sonrisa. Además el paciente había sido tratado hace muchos años de unas endodoncias antiguas en los incisivos centrales hecho que había provocado que los tuviera muy oscuros, algo que también le preocupaba. Era por tanto un paciente que venía preocupándose mucho por la estética de su sonrisa. Nosotros además como hacemos con todos los casos clínicos profundizamos en el caso y observamos que tenía y presentaba una maloclusión bastante severa, en concreto era una maloclusión severa clase II. Esto significa que la coordinación del maxilar superior está adelantada respecto a la mandíbula y además presentaba una mordida cruzada en el lado izquierdo, lo que significa que los dientes superiores del lado izquierdo están mordiendo por dentro de los dientes inferiores lo que estaba produciendo además una desviación funcional al final de la mandíbula.
Después de hacer nuestro estudio y planificación decidimos que vamos a tratar el caso usando la técnica de ortodoncia invisible Invisalign. Nuestros objetivos de tratamiento van a ser:
- Conseguir una estética espectacular para la sonrisa del paciente.
- Dotar de estabilidad funcional y oclusal para garantizar una correcta oclusión de por vida.
En primer lugar debemos corregir la maloclusión Clase II del lado izquierdo haciendo lo que llamamos un protocolo de distalización secuenciada y utilizando para ello una mecánica con microtornillos o microimplantes que nos van a ayudar a mejorar la velocidad del movimiento dentario.
El paciente acude a sus visitas una vez aproximadamente cada dos meses cambiando sus alineadores en casa aproximadamente cada diez días. El paciente usa los alineadores todo el día quitándolos solo para comer. Le entregamos entre 6 y 8 alineadores cada vez que viene a consulta y nosotros le revisamos cada dos meses para confirmar que la planificación que ha hecho el doctor con el software Clincheck está funcionando bien.
El tratamiento duró aproximadamente un año y medio. Una vez terminada la parte de ortodoncia pasamos a la parte de estética dental donde la doctora hizo primero un blanqueamiento dental interno de los dientes que estaban desvitalizados y por eso estaban oscuros y además hizo un blanqueamiento dental externo de todos los dientes para conseguir un color uniforme. Es decir, el paciente llevó una doble técnica de blanqueamiento. Una vez conseguido esto la doctora Marta Peydro hizo unas carillas de composite en los incisivos superiores para mejorar la estética final de los dientes y para finalmente conseguir un resultado tan espectacular como se ve en las fotografías.